¿Qué es?

La insuficiencia venosa crónica es el cuadro clínico ocasionado por la dificultad del retorno venoso de las extremidades inferiores. La Organización Mundial de la Salud define las varices como “dilataciones de las venas que con frecuencia son tortuosas”.

¿Cuáles son sus causas?

La circulación sanguínea asegura, gracias a las arterias, el aporte de oxígeno a los diferentes órganos y tejidos, y gracias a las venas, el retorno al corazón de la sangre pobre en oxígeno. Para realizar esa función de retorno diferentes mecanismos permiten vencer la fuerza de la gravedad. Cuando alguno de esos mecanismos falla, la sangre se estanca en las venas, sus paredes se dilatan y su estructura y función se alteran apareciendo los síntomas.

¿Quién puede padecerla?

Todo el proceso que lleva a la insuficiencia venosa crónica está favorecido por el ortostatismo ( estar de pie ) por lo que cualquier persona puede padecer la enfermedad. No obstante, es más frecuente en las mujeres y tiene una mayor incidencia en obesos y en personas cuya actividad profesional exige estancias prolongadas de pie. Tiene también un componente hereditario, de manera que el 50% de los hijos de una padre o madre con varices, desarrollarán la enfermedad a lo largo de su vida, porcentaje que aumenta hasta el 70-80% de los casos cuando ambos progenitores tiene insuficiencia venosa crónica.  

¿ Cuales son sus síntomas?

El cuadro clínico es variado e incluye desde el paciente asintomático cuya única preocupación es el problema estético que comporta la existencia de varices al paciente con la sintomatología característica consistente en piernas pesadas, dolor, calambres y sensación de cansancio permanente que mejora con el reposo, la elevación de la extremidad y el frio y empeora con la bipedestación y el calor. En estadios más avanzados pueden llegar a producirse cambios en la coloración de la piel, dermatitis con eczema e incluso úlceras de estasis.

¿Cómo se diagnostica?

La exploración física suele ser suficiente para establecer el diagnóstico aunque existen algunos datos que es preciso conocer por lo que existen pruebas complementarias entre las cuales es el Eco-Doppler la que más información nos facilita. En estos momentos todo paciente con signos o síntomas de insuficiencia venosa crónica debe ser sometido, inexcusablemente, a una exploración mediante Eco-Doppler. En algunos casos, raros, es necesaria la realización de una flebografía con contraste.

¿Cuál es el tratamiento?

Actualmente no existe un tratamiento definitivo que permita recuperar totalmente el daño producido en el sistema venoso. No obstante se dispone de un amplio arsenal terapeútico con el que se puede conseguir la prevención y el control evolutivo de la insuficiencia venosa crónica y sus complicaciones.

La utilización de medias de compresión es sin duda la parte más importante del tratamiento puesto que , en cierto modo, ejercen la función de retorno que las venas enfermas no pueden llevar a cabo. Es también la más complicada de entender para muchos de los pacientes que consultan por esta patología a los que se les hace difícil asumir que la solución a su problema pasa por utilizar unas medias que, en muchas ocasiones, les resultan molestas cuando no imposibles de colocar.

La cirugía de las varices ha sido durante años aceptada como el método terapeútico más eficaz y de mejor pronóstico aunque no siempre está indicada y puede no ser suficiente. Las técnicas quirúrgicas van desde la safenectomía o extirpación de las venas superficiales enfermas hasta reconstrucciones complejas de venas del sistema venoso profundo pasando por la flebectomía ambulatoria que permite extirpar venas varicosas bajo anestesia local y sin necesidad de ingreso hospitalario.

Otras opciones son el tratamiento esclerosante y la terapia con laser o con radiofrecuencia.

A partir de los años 90, y a la vista de los buenos resultados clínicos, comenzó a despertar un creciente interés el tratamiento de las varices mediante Esclerosis con agentes esclerosantes en forma de espuma ( Esclerosis con microespuma), técnica más utilizada hoy dia.

Existen además alguna medidas higiénico-dietéticas y posturales de cuyo cumplimiento depende no sólo el control de la enfermedad sino también el resultado y la evolución posterior de cualquiera de las técnicas mencionadas.

Algunas de estas medidas son:

  • Evitar el sobrepeso
  • Practicar un deporte adecuado (Paseo, natación).
  • Evitar las fuentes de calor.
  • Refrescar las piernas con baños de agua fresca.
  • Evitar el estreñimiento.
  • Evitar el uso de ropa demasiado ceñida.
  • Utilizar calzado con un tacón de 3-4 cm; evitar tacón alto y zapato plano.
  • Elevar ligeramente los pies de la cama.
  • Masajes en las piernas.
  • Evitar la toma de anticonceptivos orales.

Por último , existen en el mercado una amplia variedad de fármacos venotónicos que mejoran el funcionamiento del sistema venoso y alivian eficazmente los síntomas, aunque algunos de ellos no deben tomarse durante el embarazo o si se padecen enfermedades hepáticas o renales.

¿Cuál es el pronóstico?

Dependerá de cada caso pero, como ya se ha expuesto, no existe ningún tratamiento definitivo que permita curar la insuficiencia venosa crónica por lo que, independientemente del tratamiento que se aplique, la utilización de soporte elástico y la observación de las medidas generales citadas constituyen la base del éxito en el control de la enfermedad y la única forma de luchar contra la aparición de nuevas varices después del tratamiento.

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