Los dispositivos de ondas continuas transmiten un haz de ultrasonido continuo, de manera que la trasmisión del sonido y recepción de la información ocurren simultáneamente en el transductor. Aunque la ecografía de onda continua permite determinar la dirección del flujo estudiado, tiene la limitación de no poder determinar la profundidad a la que ocurre el movimiento
Es muy útil para el diagnóstico de flujos sanguíneos y el cálculo de un índice objetivo de perfusión arterial, el índice tobillo/brazo, muy útil en el seguimiento de patologías como la claudicación intermitente.
El índice tobillo-brazo es una herramienta diagnóstica empleada para la evaluación de la circulación arterial hacia los miembros inferiores. Este parámetro compara la presión sistólica de las arterias de los tobillos (tibiales posteriores y pedias) con las arterias braquiales (humerales).
Para realizar esta medición es necesario contar con un equipo de Doppler continuo (no se realiza con estetoscopio) con sonda de 8 a 9 Mhz y al menos un esfigmomanómetro convencional con brazalete(s) de 12 cm de ancho, preferiblemente cuyo ancho se acerque al 40% de la circunferencia de la extremidad.
Se sugiere iniciar la exploración localizando las arterias a explorar con la palpación, de no ser posible ubicarlas con los dedos se hará totalmente con el Doppler continuo a menos que se encuentren ocluidas en cuyo caso no se obtendrá el sonido de la onda de pulso arterial. Luego de aproximarnos a su posición mediante palpación se busca con el Doppler continuo la mejor posición y ángulo que permitan la audición de la onda de pulso. Una vez logrado esto se procederá a tomar la presión sistólica de la arteria mediante el esfigmomanómetro y realizar posteriormente una relación entre las medidas realizadas en tobillo y brazo, que consideraremos normal si es igual o mayor a 1, existiendo una mayor patología a medida que el mismo desciende.
Esta medida no es válida en pacientes con calcificación arterial intensa en pacientes diabéticos con enfermedad avanzada